Fuente: Diario BAE
El próximo 30 de junio es la fecha en que cierran las mayoría de las tarjetas de crédito con la cual los productores usaron para financiar parte de sus gastos de campaña 2016/2017. El cual se estima ascienden a u$s2.000 millones.
Para afrontar la deuda deberá comercializar en lo que queda del mes, alrededor de 5,7 millones de toneladas de soja.
Frente a un precio de la oleaginosa que se mantiene quieta tanto en el plano externo e interno, el hombre de campo espera una modificación en el tipo de cambio y por eso no negociara al menos hasta el final para la entrega de sus granos.
Fuentes bancarias señalaron a este diario en un primer análisis que el campo necesito entre u$s1.500 a u$s2.000 millones para invertir en las hectáreas de los distintos cultivos aunque estimaron que éste monto puede ser todavía mayor de la mano del alza en los costos. Falta todavía sumar los préstamos que se tomaron por otra vía como las cooperativas y en menor medida empresas de insumos.
Aunque las mismas fuentes reconocieron que hay "moras" en las zonas inundadas, donde productores pidieron "postergación" en los vencimientos y por ende la "reprogramación" de la deuda.
Por lo pronto, será necesario liquidar algo más de 5,7 millones de toneladas de soja para llegar al monto mencionado. Ayer el Centro de Exportadores de Cereales informó que la semana pasada ingresaron divisas del agro por u$s575 millones, una cifra 19% mayor que los u$s482 millones previos. De repetirse dicho número en las siguientes tres semanas se habrá alcanzado la meta.
Sin embargo vale recordar que por ahora el productor retiene unas 8 millones de toneladas de soja de la campaña pasada y la actual muestra un atraso del 25% en la comercialización. En ese sentido un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), detalló que los principales retrasos en la fijación de precio se hallaban precisamente en soja y maíz. Para la oleaginosa, apenas un 9% de la producción estimada tiene precio en firme a la fecha, cuando en promedio durante los últimos cinco años esta proporción alcanzaba el 14 por ciento. En el caso del maíz, apenas un 22% de la producción que estimaría Agricultura se compró con precio hecho, frente al promedio también de las cinco campañas previas alcanzaba el 27 por ciento.
Todo lo contrario pasa con el trigo. El 57% de su producción estimada en 18,4 millones de toneladas tiene precio puesto. El girasol y la cebada muestran un mayor interés en cerrar la cotización de los negocios, con un 43% y 64%, respectivamente, de la cosecha con precio firme, en relación al 42% y 51% promedio de los últimos cinco años. En pocas palabras el productor vendió gran parte de éstos últimos cultivos para hacer frente a los gastos con lo cual no se descuenta que "haya hecho una buena caja".
Se entiende entonces que la soja sólo se venderá si es necesario. Los precios se saben no acompañan. La cancelación de barcos por parte de China mantiene los valores a la baja. En la plaza interna, sólo las fábricas alientan la chances de mejorar un poco los ingresos del productor ante su necesidad de molienda.
