Fuente: Diario BAE
Uno de los principales recursos necesarios para el crecimiento de la actividad en el campo es el agua. Con esa relevancia, es que el Gobierno impulsa su meta de riego a nivel país enmarcado en un plan nacional de cara al 2030. Para eso, trabaja en el desarrollo de un mapa acuífero el cual será público. Dicha información permita generar políticas eficientes no sólo para el correcto manejo del recurso natural sino y principalmente se aumente las áreas cubiertas en un 200 por ciento.
La conformación del Mapa Hidrológico Nacional que está en manos del Instituto Nacional del Agua (INA) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), forma parte del Plan de Riesgo Nacional a cargo del Ministerio de Agroindustria. Este consta de varias etapas.
La primera como ya se dijo es saber los ríos subterráneos que hay en el país para llevar adelante una política de riego sustentable. En ese sentido, se empezará relevando las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. La idea es que los resultados de este mapa salgan a la luz en el segundo semestre de 2018.
"Los datos estarán disponibles en forma electrónica para que pueda ser consultado por todos", sostuvo desde Agroindustria, el coordinador de Riego, Mariano Laffayete.
También se trabaja en lo que la cartera agropecuaria llama "riego complementario". Se trata de una línea de financiamiento subsidiada que otorga el Banco Nación a través de fondos rotatorios a pequeños productores para que compren nuevos equipamientos o amplíen la zonas de riego.
Por otro lado, se están armado "nuevas áreas" de riego la cual se realiza en conjunto con la Secretaria de Recursos Hídricos, que pertenece al Ministerio de Interior. Para esto se hizo una convocatoria a todas las provincias que enviaron sus propuestas de "modelos productivos"; en total fueron 54 emprendimientos. Las mismas tendrán un apoyo técnico por parte de la FAO, y lo económico lo aportará el Banco Mundial.
Como prueba piloto se eligieron cuatro modelos que pertenecen a las provincias de Río Negro, Chubut y Neuquén, y ya hay otras 16 para una segunda etapa. Los proyectos van desde producciones intensivas a extensivas como granos, pasturas, forrajes, caña de azúcar, lo que quiere decir que no está limitada a una actividad en especial sino más bien responde a las necesidades de la zona. El objetivo es llegar en los próximos 10 años a cubrir un millón de hectáreas.
Por último y con la ayuda de la Unidad Para el Cambio Rural (UCAR), se destinarán fondos para modernizar antiguas áreas. Una de ellas por ejemplo es pasar del riego gravitacional al goteo que es más moderno. El acceso será para aquellos productores agrupados o una provincia.
En la actualidad hay 2 millones de hectáreas cubiertas bajo riego, pero el objetivo de Agroindustria es llegar a 4 millones, es decir, 100% y al 2030 tener 6 millones de hectáreas. Hoy hay recursos hídricos para irrigar 16 millones de hectáreas. El riego actual de los campos argentinos representa el 7% de la superficie agrícola sembrada y explica el 22% del producto total agropecuario.