Fuente: El Cronista
Ni la habilitación del ingreso de los limones argentinos al mercado de los Estados Unidos, algo que finalmente se hizo efectivo el viernes pasado, ni la apertura de Brasil para las naranjas, mandarinas, pomelos y limones, podrán contrarrestar una situación que ya parece irreversible.
Esta se relaciona con el grave daño que causaron las constantes lluvias que cayeron sobre el litoral y el norte del país, durante este año y el anterior, que perfilan una producción citrícola a la baja.
Según estimaciones de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus) la caída para este año será como mínimo del 10%, comparado con la producción del año anterior. "Va a ser un año de caída de producción, como mínimo un 10% menos que el año pasado, y se deberá estrictamente a factores climáticos. También, en el NEA se viven las consecuencias de tres años malos en donde los productores no invirtieron por los precios bajos de jugos y frescos", afirmó a El Cronista José Carbonell, presidente de Federcitrus, que además añadió como otra de las causas importantes el proceso gradual de pérdida de competitividad que se registra desde hace ya varios años en el sector. "Tenemos problemas con el tipo de cambio y la presión tributaria es altísima, pero así y todo hoy vemos una recuperación del crédito y hay una propuesta de mejora en la logística que hay que verla, que sería muy importante para el sector", destacó el dirigente.
Los números que manejan en la Federación marcan que este año se llegará a las 2,6 millones de toneladas de cítricos producidos, mientras que el año pasado estuvieron en el orden de las 3 millones de toneladas. El promedio de producción de los últimos 10 años rondaba las 3,5 millones de toneladas anuales, donde cerca del 60% del total pertenece a limones. Durante 2016, la Argentina exportó a diversos destinos 114.500 toneladas de cítricos dulces (principalmente naranjas y mandarinas) y 280.000 toneladas de limones, segmento en el que el país se posiciona como el primer productor mundial.
Este año, el Ministerio de Agroindustria de la Nación confirmó que la Argentina podrá exportar nuevamente cítricos a Brasil, un mercado que se encontraba cerrado desde 2009 por cuestiones sanitarias. Esta noticia, más la reapertura de los Estados Unidos para los limones del norte, generó optimismo en el sector pese a las inundaciones, más allá de que en lo inmediato no vayan a impactar en la producción. "Estos procesos son paulatinos y llevan su tiempo para incrementar la producción. Hoy tenemos capacidad para abastecer esos mercados, porque siempre está la chance de reducir la parte que abastece a la producción industrial", afirmó Carbonell. Además, agregó que se trata de un sector sólido, con bajo endeudamiento y en buenas condiciones financieras que "permiten imaginar una respuesta apropiada a la apertura de mercados".
Respecto de los nuevos mercados estimó que en un principio la presencia en Estados Unidos va a ser pequeña, "casi testimonial", pero consideró a Brasil como un mercado con gran potencial, "que va a empezar a desarrollarse de a poco", y que será aprovechado sobretodo por el sector de cítricos dulces. "También se están empezando a exportar a Corea del Sur naranjas de obligo, y vamos a volver a nuevos mercados como Vietnam e Indonesia para naranjas y mandarinas", agregó.