El incremento del 71,3% registrado en el primer bimestre del año en el ingreso de manufacturas de cuero, no solo encendió la alarma dentro del sector, sino que además generó preocupación entre pequeñas y medianas empresas e importadores.
La Cámara Industrial de Manufacturas del Cuero y Afines de la Argentina (CIMA) registró un aumento de 71,3% en los principales productos importados del sector en enero y febrero, en forma interanual, y advirtió que por la suba de importaciones y la caída del consumo, el año pasado cerraron 39 empresas del rubro y se produjeron más de 1.000 despidos en el sector.
El presidente de la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (Aiera), Juan Carlos Pereyra, afirmó a Télam que desde la entidad que conduce analizan "también con alarma" lo acontecido en el sector del cuero.
Sin embargo subrayó que "es como una constante que se está dando en este rubro y en otros", y aseguró que "mes a mes que aumentan las importaciones de productos terminados en detrimento de las materias primas".
"Si bien el total de importaciones descendió, es como consecuencia de la baja de actividad", sostuvo Pereyra, quien puso de relieve que "lo preocupante es la composición de las importaciones, porque se está dando la tormenta perfecta".
En ese sentido indicó que "desciende la importación de materia prima y bienes para la industria, y aumenta la de productos terminados".
Además remarcó que "en el caso de las exportaciones, disminuyen las de bienes manufacturados y aumentan las de bienes sin elaborar y materias primas".
"Nos alarma esta situación porque de continuar esto, se mantendrá la destrucción del trabajo argentino", afirmó el titular de la Aiera, quien destacó que "la situación que vive el sector marroquinero también se da en el textil y el de calzados, que están reduciendo turnos y hasta cerrando fábricas".
Por su parte, el presidente de la Federación Económica de la ciudad de Buenos Aires (Feciba), Raúl Zylbersztein, señaló a Télam que "el sector marroquinero es uno de los más castigados", y estimó que "el aumento de las importaciones va a terminar por destrozar el mercado".
"Los comerciantes no registran ventas, y eso que ofrecen importados. El impacto sobre la industria es mortífero, y tampoco traen un beneficio a los bolsillos del consumidor, porque los precios no bajaron", aseguró Zylbersztein.
Remarcó que "si se suma que los impuestos son altísimos, especialmente Ingresos Brutos; las tarifas de los servicios públicos pasaron a ser una variables importante dentro de los costos; y las tasas para financiarse son elevadas, igual que las comisiones de las tarjetas de crédito, se constituye un combo que hace que los precios al público no bajen, aunque ingresen importados".
A su criterio, "se requiere una política productiva, porque en el sector pyme se perdieron 150.000 empleos", y puntualizó que "más que la baja en las ventas lo que más preocupa a los empresarios es la falta de esperanzas".
En los dos primeros meses del año, las compras al exterior de carteras de cuero, textil y plástico; billeteras, portadocumentos, estuches de cuero, bolsos, mochilas y riñoneras se incrementaron 71,30%, superando al millón de unidades ingresadas mas que durante igual periodo de 2016.
"Los datos recabados muestran que ese millón de unidades importadas más, sólo representaron una suba en dólares del 15%, lo cual claramente indica que se está declarando importaciones por un valor muy por abajo; es decir que además de todo, tenemos que competir con la subfacturación que existe en el sector", afirmó el presidente de CIMA, Ariel Aguilar.