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Déficit comercial similar al de 1994

01.08.2017

Fuerte cambio de signo en el comercio exterior

 

Fuente. Clarín.com

 

Las importaciones crecieron más que las ventas al exterior. Además, cayó el precio de los productos que exporta la Argentina.

Hubo un fuerte crecimiento de las compras en el exterior y los puertos argentinos están saturados de containers con productos importados. Foto: Gustavo Castaing

Con las exportaciones planchadas y las importaciones en ascenso, en los primeros 6 meses del año el déficit comercial fue US$2.613 millones. El año pasado, el saldo fue positivo en US$686 millones: una reversión adversa de casi US$3.300 millones. El déficit del primer semestre, “el mayor para dicho periodo desde 1994, en pleno proceso de liberalización comercial y con una economía creciendo al 6%”, señaló la consultora ABECEB. También pesó el deterioro de los términos del intercambio: si se hubiesen mantenido los precios de 2016, “el saldo comercial habría sido deficitario en US$2.107 millones”, calculó el INDEC.

En tanto, los pronósticos de los especialistas en comercio exterior indican que el año podría concluir con un rojo de entre US$3.000 y 4.000 millones, y hasta US$5.000 millones, según los consultados por el Económico, cuando en 2016 fue positivo en US$2.124 millones.

En el semestre las exportaciones sumaron US$28.062 millones, apenas 0,8% más que en 2016, con bajas en las cantidades y volúmenes exportados de bienes primarios, manufacturas agropecuarias y de combustibles y energía y subas en las ventas industriales. Las mayores caídas se registraron en semillas y frutos oleaginosos, grasas y aceites, cereales, alimenticios, petróleo y minerales.

 “La caída en las ventas al exterior del agro en lo que va del año responde en parte a la elevada base de comparación del primer trimestre de 2016. Sin embargo, la profundización de la caída en el segundo trimestre responde a factores coyunturales, que llevan a los productores a demorar la liquidación de su producción a la espera de mejores rendimientos. En particular, al aumento esperado de los precios, se sumaron las expectativas de depreciación del peso”, reconoció ABECEB. Y agregó: “las mejores condiciones económicas de los productores durante esta campaña y el acceso a crédito en dólares otorgan margen para una mayor especulación. De esta manera, la liquidación de divisas de los industriales oleaginosos y exportadores de cereales cerró el primer semestre 14% por debajo del mismo periodo de 2016. La liquidación viene recuperándose con fuerza en julio en línea con el aumento de precios y a partir de la depreciación del tipo de cambio”.

Por el contrario, mejoraron las exportaciones industriales por la recuperación en los últimos meses de las ventas de autos en Brasil y más exportaciones a destinos menos tradicionales como Perú, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, de la mano de las camionetas Hilux y Amarok.

A esto se agrega el aumento de las importaciones, con un acumulado de US$30.675 millones durante el primer semestre, 13% por encima del año pasado.

Lo que se viene

Para la segunda mitad del año, la consultora Ecolatina prevé una leve aceleración del crecimiento de las exportaciones (+4 o 5%) y una leve desaceleración del ritmo de expansión de las importaciones (+9%) De todas formas, el déficit comercial seguirá trepando, cerrando 2017 entre los US$ 3.000 y 4.000 millones. Y agrega que “la corrección cambiaria observada en los últimos dos meses junto con una mejora del precio internacional de la soja son un aliciente importante para las exportaciones de la agroindustria, que explica más del 40% del total exportado”, en tanto “la recuperación de las manufacturas industriales podría consolidarse en la segunda mitad del 2017 pero depende en buena medida de la performance de la economía brasileña”. Y del lado de las importaciones “vemos una leve desaceleración del ritmo de las importaciones por dos factores: un tipo de cambio menos atrasado y un gobierno aplicando una política comercial más restrictiva”.

La consultora ACM dice que “el deterioro de los términos de intercambio parece dado y seguirá en el resto del año. No obstante, por el lado de las cantidades importadas hay dos efectos: la actividad creciendo podría empeorar el balance comercial, principalmente con medidas que apuntan a incrementar la demanda de vehículos, los préstamos prendarios han despegado y elevan la demanda desde Brasil y Chile principalmente. Los bienes de capital y piezas también se irán acelerando con la suba de la actividad. Por el lado de las cantidades exportadas, el tipo de cambio más elevado podría influir en el mercado de granos y tener un tercer trimestre mejor de lo esperado”.