Fue adoptada por la Asociación de Prácticos de la República Argentina, que nuclea a los encargados de conducir la entrada y salida de los buques en todos los puertos del país
"El tiempo ha demostrado que no tenemos interlocutores oficiales válidos… La seguridad de la Navegación se ha convertido en una mercancía más". Con estas contundentes frases los profesionales encargados de conducir la entrada y salida de los buques en todos los puertos del país convocaron a "una jornada de reflexión", lo que paralizará por 48 horas todos los puertos del país.
La Asociación de Prácticos de la República Argentina convocó a sus asociados al 2° Encuentro Nacional de Prácticos y Pilotos "Jornadas de Reflexión y Capacitación", que dará inicio en la medianoche de hoy y se extenderá hasta las 24 del próximo viernes. En la práctica esto implica que durante dos días ningún buque podrá entrar o salir de los puertos nacionales con la consiguiente paralización del comercio exterior de la Nación.
Fuentes navieras consultadas por Infobae aseguraron incluso que algunos buques –con itinerarios muy ajustados– saltearán la escala argentina para no atrasar la llegada a otros destinos.
Si bien el servicio de practicaje y pilotaje en puertos y canales es obligatorio para la gran mayoría de las naves que llegan a los puertos locales, desde la década del 90 dejó de ser administrado por la Prefectura Naval Argentina y los profesionales del sector pasaron a un sistema de trabajo totalmente liberal. Se crearon diversas cooperativas o asociaciones de practicaje, mediante las cuales distintos grupos de profesionales ofrecen sus servicios (por intermedio de las agencias marítimas) a las diferentes empresas navieras que realizan tráficos comerciales desde o hacia los puertos locales.
En el ejercicio de su trabajo profesional, el Práctico es delegado de la autoridad pública, debiendo observar dentro de sus posibilidades que las naves que conduce no infrinjan ninguna norma de navegación local y en especial que se cumplan todas las medidas de seguridad en la navegación que la autoridad marítima local (Prefectura Naval) disponga.
Antecedentes
La llegada de Guillermo Dietrich a la gestión pública generó en el sector del transporte marítimo en general un moderado optimismo. Con varios meses de anticipación al triunfo electoral de Cambiemos el ahora ministro y sus principales colaboradores tendieron puentes con casi todos los actores de la actividad.
Pero en la actualidad la loable intención de reducir los costos logísticos de transporte para hacer más competitivos a los productos nacionales en el exterior colisionó, no solo con la afectación de algunos intereses económicos, sino además con lo que -al decir de los prácticos- muchas veces roza en el relajamiento de la seguridad operativa de buques y puertos.
Uno de los profesionales consultados por este portal sostuvo: "Tenemos en el presente un severo problema para abrir canales de diálogo con el Gobierno y plantear nuestras preocupaciones; la Dirección Nacional de Transporte Marítimo y Fluvial es también práctico de profesión, pero el diálogo no es bueno".
"Hace pocos días se nombró a una directora de bicicletas, casi la misma jerarquía que tiene en el ministerio el funcionario que maneja todo el transporte marítimo y fluvial del país, necesitamos a alguien con mayor nivel de decisión para atender nuestros problemas", agregaron.
Por su parte, al ser consultado por este medio, un miembro del gabinete de asesores del Ministerio de Transportes fue contundente al exigir que se llamara a las cosas por su nombre: "Se trata de un paro por reclamos económicos, que no lo quieran disfrazar".
Hace pocos días, tal como diera cuenta Infobae, la Secretaría de Defensa de la Competencia recomendó fijar precios máximos a los servicios que prestan estos profesionales, argumentando que los servicios están muy por encima de la media en la región.
En su descargo, los prácticos señalan que sus honorarios no solo se encuentran afectados por una carga impositiva sin comparación en otros mercados, sino que además las malas condiciones de los accesos portuarios complican y alargan los tiempos de las maniobras.
Por otra parte, al no ser empleados sino profesionales libres que pactan sus honorarios con empresas privadas, desconocen las facultades del Estado para querer acotar sus honorarios.
Asimismo algunos profesionales afirman que siempre apuntando a la baja de costos, hay buques con carga inflamable que gozan ahora de menores exigencias en materia de cantidad de remolcadores que deben emplear en sus maniobras.
Una buena para Dietrich
Alternativamente, la gestión de Guillermo Dietrich ha atravesado inesperados conflictos en materia de transporte por agua. Su sintonía con los empresarios en general no es buena, de hecho mantiene mejor diálogo con los gremios que con la patronal, sostienen desde el sector.
No obstante, por estas horas la cartera de transportes recibió una buena noticia: la Cámara de Empresarios de Buques Remolcadores desistió de una gestión judicial que impedía la operación de la firma danesa Maersk, la que mediante una filial local llegó a la Argentina para "romper" con lo que, a decir del ministro, era un negocio cartelizado por una "mafia" empresaria.
La llegada de la multinacional naviera originó una denuncia por la supuesta infracción de la ley 26.659 que impide a empresas navieras que operen en Malvinas sin permiso, ser contratadas por el Estado Nacional. Hoy si bien los empresarios locales dejaron sin efecto su denuncia, por tratarse de un presunto delito de acción pública la fiscalía interviniente deberá seguir investigando, según indican los propios empresarios.
Por estas horas se realizan gestiones informales para lograr que los prácticos suspendan su "reflexión" y "al no ser trabajadores agremiados, la vía de la conciliación obligatoria no se puede aplicar, la medida realmente es inédita", señalaron las autoridades.