La ciudad conocida como la "capital mundial de pequeños commodities", ubicada al sur del país, está en la búsqueda de captar exportaciones de Latinoamérica para reexportar al mundo, en especial de Argentina, Brasil, Perú, México y Chile.
Yiwu, la mayor ciudad exportadora del "made in China" conocida como la "capital mundial de pequeños commodities", ubicada al sur del país, primera en volumen de ventas, está en la búsqueda de captar exportaciones de Latinoamérica para reexportar al mundo, en especial de Argentina, Brasil, Perú, México y Chile.
“Queremos importar productos de Latinoamérica, hay mucho interés en los vinos de Argentina, alimentos de Brasil y de Perú. En Yiwu ya se venden frutas y vinos chilenos y carne de ternera, piedras y cristales de Brasil, pero estamos abiertos a recibir más", expresó a Télam Regan, el vice director de la oficina de Asuntos Internacionales de Yiwu.
En esa ciudad ya viven 15.000 extranjeros que hacen negocios, pero sólo 400 son latinos.
Ubicada en el centro de la provincia de Zhejiang, que posee el mayor puerto chino de carga y descarga, a 300 kilómetros de Shangai, y con una población de 1,16 millones de habitantes, Yiwu vende 1,8 millones de diferentes commodities que son exportadas y comercializadas a 210 países.
El 65% de estas ventas están orientadas a los extranjeros y es considerada por la ONU, el Banco Mundial y Morgan Stanley como “el mercado mayorista de pequeñas commodities más grande del mundo”.
Paraíso de comerciantes, este lugar tiene un mercado de 5 millones de kilómetros cuadrados con más de 1 millón de productos en 1.901 categorías entre 41 industrias con más de 500.000 puestos comerciales.
“Recorrerlo implica un año entero”, explicó Regan, vice director de la oficina de Asuntos Internacionales de Yiwu a representantes de la prensa latinoamericana en China, entre los cuales estaba Télam.
Además, el comercio electrónico expandió los alcances globales. Hay registradas más de 255.000 cuentas de venta y diariamente se envían cerca de 2,88 millones de piezas a China y al mundo.
Grandes almacenes en cinco distritos se ubican a lo ancho y largo de la ciudad; en un vistazo, el visitante rápidamente entiende que desde allí salen todos los productos “made in China” al mundo: desde souvenires de cualquier lugar, pasando por liturgia religiosa, muñecas parlantes, juguetes de moda, millones de carteras hasta muebles de la casa de estilo americano, ruso, brasilero, japonés y chino.
Todos los “productos de la vida básica” están allí y 500.000 personas por año llegan para comprar y vender.
“Es el primer lugar de volumen de ventas en China y el más grande de venta al por mayor en el mundo”, subrayó Regan sobre este emporio de donde procede el 66 % de los productos de navidad que se venden en todo el mundo.
El trámite para empezar a hacer negocios en Yiwu “tarda un día”, alentó Regan, para sintetizar la política de “crear un ambiente de negocios” favorable que impulsa la provincia.
Desde la reforma y la apertura china, Yiwu se enfoca en profundizar y desarrollar la estrategia de “construir una ciudad a través de la prosperidad comercial” y ya consiguió el podio como el mayor centro de circulación de mercancías de consumo diario del mundo.
Tal es la vorágine de negocios internacionales que la ciudad tiene su propia Oficina de Mediación de comercio internacional, dirigida por Chen Jin Ya, quien cuenta con numerosos voluntarios de todo el mundo, que deben hablar al menos tres idiomas, ya que ayudan a resolver conflictos de intercambios comerciales.
Esta oficina, ubicada en uno de los grandes almacenes, es un intento por humanizar los fríos números y transacciones y desde 2013 ya resolvió 120 casos que equivalen a 20 millones de yuanes (casi 3 millones de dólares) con un 96,7% de efectividad, informaron.
“Queremos que haya más justicia para haya gente de todos los lugares, no solamente que se piense que son chinos ayudando a chinos”, dijo Chen sobre la decisión de abrir el juego y convocar a comerciantes voluntarios de diversos países para mediar en los conflictos, lo que la convierte en la única oficina de mediación china que imparte esta modalidad.
“Muchas veces el problema es la comunicación, el idioma y queremos evitar conflictos de un país con otro”, agregó Paula Yu, una consultora chino-costarricense, voluntaria de la oficina, que habla tan bien chino como inglés y español.
Con la impronta de una pujante economía privada, la provincia de Zhejiang y Yiwu, como ciudad de alto impacto comercial, están “dispuestas a robustecer los lazos con América Latina”, según resumió Peng Bo, vice director del departamento de Asuntos internacionales y chinos de ultramar de Zheijang.