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Productividad, la clave para reactivar la economía este año

26.01.2017

Hacer proyecciones económicas aquí y en cualquier país chico, integrado a los mercados internacionales, es una apuesta riesgosa en la que los vientos de frente o de cola pueden hacer la diferencia.

Ana Inés Navarro

Fuente: La Nación

http://www.lanacion.com.ar/1987800-productividad-la-clave-para-reactivar-la-economia-este-ano

 

26 DE FEBRERO DE 2017

 

Sin embargo, la reactivación de la economía de la Argentina en 2017 muestra un alto grado de consenso. Para los organismos y bancos internacionales las proyecciones se ubican en torno a 3,0% y en el Presupuesto el cálculo asciende a 3,5%. Algunos, más entusiastas, se animan a proyectar aumentos todavía un poco más altos. Más allá del consenso y de las diferencias en las estimaciones, esta reactivación se perfila bastante heterogénea, manifestándose en algunos sectores, pero no en otros y con marcadas diferencias de ritmo a lo largo y ancho del país.

 

Desde fines de 2016, la economía del interior viene mostrando cambios mensuales positivos tanto en producción como en consumo. La agroindustria registra un importante dinamismo en la venta de insumos, equipos y maquinarias. Los datos consolidados del año anterior muestran que las ventas de cosechadoras y sembradoras superaron ampliamente a las del año pasado, una marca fácil ya que 2015 fue un año de ventas muy bajas, pero también se ubicaron 40% y 36% por encima de las de 2014, respectivamente.

 

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El movimiento portuario también está viento en popa: según la Bolsa de Comercio de Rosario, en los puertos ubicados al norte y sur de esa ciudad, ingresaron 2420 buques el año pasado, igualando el número de embarcaciones arribadas en 2011, cuando los precios de los commodities alcanzaron su último récord.

 

Buena cosecha

 

La Bolsa estima para este año una cosecha de trigo y maíz 35% y 21% más altas que la anterior, respectivamente. Además, en el caso del trigo, con la eliminación de los derechos de exportación y de las restricciones a las ventas externas, la participación de los productores en la renta de las exportaciones aumentaría 150% respecto del año pasado.

 

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El correlato de este boom de actividad en el interior del país es mayor consumo. Para muestra, basta un botón: la venta de motos, bienes durables mucho más sensible a la coyuntura económica que la venta de bienes de consumo no durables, registró un boom de ventas en enero y tuvo su centro en la región centro con un aumento interanual de 75% en Córdoba y de 72% en Santa Fe, muy por encima del promedio nacional de 61%.

 

Las últimas mediciones de empleo disponibles -tercer trimestre de 2016- evidencian que en la región centro el empleo urbano está creciendo más que en el resto del país. En Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, la expansión del empleo se ubicó 1,1 puntos porcentuales respecto del promedio de la expansión de los últimos cinco años, destacándose el Gran Rosario donde la brecha alcanza 2,5 puntos porcentuales. A nivel nacional, la brecha es casi nula, apenas 0,3 puntos. Por otra parte, el empleo formal relevado en la Encuesta de Indicadores Laborales es una radiografía precisa de la geografía del despegue de la actividad.

 

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A diferencia del total nacional, en el total de los aglomerados del interior del país y especialmente en Rosario, Córdoba, Jujuy y Bahía Blanca, el empleo se expandió en el último trimestre del año.

 

Pero la economía mundial se ha vuelto más hostil. Desde 2012, el volumen del comercio mundial crece a una tasa aproximada de 3%; menos de la mitad de la tasa registrada durante las tres décadas anteriores. Los precios de las commodities se recuperaron parcialmente en 2016, pero la victoria de Donald Trump en los Estados Unidos y sus medidas proteccionistas y poco favorables a la regulación medioambiental y por ende a los biocombustibles, crean incertidumbre sobre los mercados de granos y alimentos.

 

En este escenario comercial y financiero más exigente, sostener la competitividad argentina se presenta como un desafío importante en 2017, más aún cuando el resonante éxito del blanqueo mantiene contenido el valor del dólar y reduce la competitividad cambiaria.

 

En este contexto, el camino para sostener la competitividad es mejorar sustantivamente la productividad y reducir los sobrecostos que enfrenta la producción local. Es un camino más largo, pero más fructífero. En este sentido van la inversión en infraestructura de transporte del Plan Belgrano y la creación de mecanismos que permitan la participación privada en contratos vinculados a la obra pública. Sin embargo, en ambos casos falta mucho camino por recorrer y mayores precisiones políticas que aseguren un horizonte cierto para estimular a la inversión privada que complemente la pública y se traduzca en una baja sustentable en los costos de las exportaciones nacionales.

 

Por otra parte, para que la heterogénea reactivación no tenga consecuencias negativas sobre el empleo en los sectores y regiones donde se demora en llegar, se necesita que el Gobierno arbitre mecanismos para la reinserción laboral de aquellos a los que la reactivación no les llegará. Ya se sabe que la empleabilidad de las personas no es inmune a la recesión y mucho menos a los cambios sectoriales. Pero si no es por estas razones, habría que tenerlo en cuenta porque es claro que la luna de miel con los sindicatos ha finalizado y en un año electoral la cuerda se va a tensar más de lo habitual.

 

La autora es directora del Departamento de Economía en la Facultad de Ciencias Empresarialesde la Universidad Austral

 

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