El índice que anticipa el PBI brasileño cerró a la baja en 2016, la peor recesión de la historia del país. Temer y su ministro de Finanzas apuntan a los agronegocios
En el segundo año consecutivo de recesión aguda que atraviesa el gigante sudamericano, el Índice de Actividad Económica del Banco Central de Brasil (IBC-Br) bajó 4,34% en 2016, según datos ajustados por estacionalidad. En 2015, el declive del IBC-Br había sido de 4,28%.
Este índice que mide la actividad en la agricultura, la industria y los servicios, es considerado un adelanto del Producto Bruto Interno (PBI), cuyos datos relativos al cuarto trimestre serán divulgados el 7 de marzo por el Instituto estatal Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El IBC-Br bajó 0,26% en diciembre en relación a noviembre, y cerró el cuarto trimestre de 2016 con una baja de 0,36% en comparación con el trimestre anterior, lo cual representó una caída por octavo trimestre consecutivo.
Mientras los economistas prevén que Brasil empiece una lenta recuperación en 2017 y esperan que el Banco Central reduzca las tasas de interés, los datos recopilados por esta entidad bancaria confirman que ésta es la peor recesión experimentada por la economía brasileña, con una contracción del 8,1% en los últimos dos años.
En cuanto a la industria de San Pablo, en enero generó 6500 puestos laborales, un aumento del 0,31% en comparación con diciembre ?sin ajuste estacional? pero una caída de 5,73% respecto de enero de 2016, con el despido de 132.000 trabajadores. Los rubros más destacados en el incremento de enero fueron los segmentos de productos de caucho y plásticos, y el de fabricación de prendas de vestir y accesorios.
La contratación es el primer resultado positivo que registra el sector desde abril de 2015, cuando fueron empleadas otras 6000 personas, señalan los datos proporcionados por el Departamento de Investigación y de Estudios Económicos de la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp) y el Centro de Industrias de San Pablo (Ciesp). En los últimos tres años, la industria perdió 518.000 puestos de trabajo.
Por su parte el ministro de Finanzas, Henrique Meirelles, insiste con que lo peor quedó atrás y que la economía puede apuntar a un crecimiento en este primer trimestre de 2017. En una entrevista con GloboNews difundida el miércoles a la noche, Meirelles dijo que el gobierno se está preparando para permitir la venta de tierra a extranjeros. Destacó que la agroindustria es uno de los sectores de más rápido crecimiento en el país y por lo tanto, requiere inversión.
Aunque el ministro no explicó qué tipo de mecanismo legal se utilizará para permitir el acceso a los inversores extranjeros al mercado de propiedad rural, prometió que "daremos a conocer (los detalles) en los próximos 30 días".
Esa misma jornada, en el acto de inauguración de la nueva junta directiva del Frente Parlamentario Agrícola (APF) que reúne a 244 parlamentarios, el presidente brasileño, Michel Temer, pidió el apoyo de la bancada para aprobar con igual velocidad las reformas de trabajo y fiscal. "Cuando decimos que Brasil se encamina, miro en dirección a la agroindustria" dijo y apuntó que esa actividad "es compatible con la economía nacional".