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Macri y Temer aspiran a relanzar la relación bilateral y el Mercosur

05.02.2017

Se reunirán pasado mañana en Brasilia después de un período de muchas dificultades; buscan eliminar trabas comerciales y abrir el bloque regional al mundo

Fuente: LA NACION
Alberto Armendáriz

 

RÍO DE JANEIRO.- Tanto en la Casa Rosada como en el Palacio del Planalto se ve la visita de pasado mañana del presidente argentino, Mauricio Macri , a Brasilia como un hito que servirá de punto de partida para acabar con las persistentes trabas comerciales dentro del Mercosur, y como plataforma de lanzamiento para la apertura internacional del bloque, muchas veces considerado desde afuera como estancado.

"Con el gobierno del presidente brasileño, Michel Temer , hay un entendimiento de que debemos remover las barreras dentro del Mercosur y avanzar en la negociación de acuerdos de libre comercio con otros bloques y países. La expectativa es que del encuentro de la próxima semana salgan directrices concretas y prácticas, con plazos de cumplimiento bien definidos, que permitan trabajar en conjunto para generar impacto en la creación de empleos y atraer inversiones a los dos países", apuntó a LA NACION el embajador argentino en Brasilia, Carlos Magariños.

Del lado brasileño también se resaltó la "sintonía" que comparte con las autoridades argentinas la administración de Temer, quien asumió el poder a mediados del año pasado, tras el polémico proceso de impeachment a Dilma Rousseff.

"Es un momento de coincidencia de percepciones entre los dos gobiernos en relación a la forma en que organizan sus economías, al tipo de cambios que deben tener para retomar el crecimiento en los dos países", resaltó por su parte el subsecretario general para América latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, embajador Paulo Estivallet de Mesquita, durante un briefing a la prensa en el Palacio de Itamaraty.

Los gobiernos de los dos mayores socios del Mercosur son muy conscientes de que hay desafíos tanto internos como externos que dificultan sus deseos de apertura. Pero después de las tres reuniones de la Comisión Bilateral de Producción y Comercio que se realizaron en menos de un año, aseguran que hay vocación y capacidad para resolver los problemas que han llevado a que el bloque creado en 1991 -e integrado también por Paraguay y Uruguay- haya perdido dinamismo en las últimas dos décadas.

La idea es otorgarle coherencia regulatoria y simplificar sus procesos para inyectarle credibilidad, previsibilidad y por ende volverlo más atractivo a inversiones del resto del mundo, especialmente en este período de proteccionismo e incertidumbre internacional iniciado como consecuencia de las políticas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Por indicación de Macri y de Temer, todos los temas bilaterales que en el pasado resultaban espinosos están abiertos a la negociación: desde las barreras fitosanitarias brasileñas hasta la exportación de azúcar a la Argentina, pasando por el conflictivo intercambio de autopartes, que es un asunto complejo dentro del acuerdo automotriz, parte esencial del comercio entre los dos países. En este sentido, el embajador Estivallet de Mesquita consideró el régimen de autopartes que prevé compras de origen nacional como un resabio de los gobiernos argentinos anteriores."Desde nuestro punto de vista, el régimen de autopartes adoptado por la Argentina es un reflejo de una visión anterior sobre la forma de organizar la producción", dijo sin mencionar a Néstor ni a Cristina Kirchner.

Un intercambio deteriorado

El comercio bilateral entre la Argentina y Brasil se limitó el año pasado a US$ 22.500 millones -con un déficit para nuestro país de US$ 4333 millones-, muy lejos del intercambio récord de US$ 39.600 millones que se alcanzó en 2011.

De cara al mundo, la reunión entre Temer y Macri servirá para reforzar el compromiso de ampliar la inserción internacional del Mercosur a través de acuerdos más significativos de libre comercio con otros bloques y países. Tras la traumática salida de Venezuela del Mercosur a fin del año pasado, el tan demorado acuerdo con la Unión Europea (UE) ya depende más de cuestiones internas europeas que de obstáculos ideológicos dentro del Mercosur. Y ahora, liderados por los diplomáticos argentinos y brasileños, el bloque despliega una agenda de búsqueda de acuerdos de libre comercio con Canadá, Japón, Corea del Sur y los países del Asociación de Libre Comercio Europea (Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein).

El presidente Macri arribará a Brasilia el martes por la mañana, acompañado por una nutrida comitiva en la que se destacan la canciller Susana Malcorra, los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne; de Producción, Francisco Cabrera; y de Agroindustria, Ricardo Buryaile, además de los gobernadores de Corrientes, Ricardo Colombi, y de Misiones, Hugo Passalacqua; y el diputado Daniel Lipovetzky, presidente del Grupo de Amistad con Brasil.

El mandatario será recibido por Temer en el Palacio del Planalto y luego la delegación argentina será homenajeada con un almuerzo en el Palacio de Itamaraty. Por tratarse de una visita de Estado, Macri visitará en horas de la tarde el Congreso, para reunirse con los titulares del Senado, Eunício de Oliveira, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, además de acudir a una entrevista en el Supremo Tribunal Federal (STF) con la presidenta de la Corte, Carmen Lucia Antunes Rocha, previa a su regreso a Buenos Aires por la noche.

Se trata de la primera visita de Estado que Macri realiza a Brasil desde que asumió el poder, aunque había estado en Brasilia en calidad de presidente electo, en diciembre de 2015, oportunidad en la que fue recibido por la entonces mandataria brasileña, Dilma Rousseff. También viajó a Río de Janeiro en julio del año pasado, para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, encabezada por Temer como presidente interino. Tras el convulsionado juicio político que acabó con la destitución de Rousseff, Temer -ya como presidente efectivo- estuvo en Buenos Aires en octubre último.