SURGE DE UNA COMPARACIÓN DE LOS SISTEMAS TRIBUTARIOS SEGÚN S&P
El estudio destaca el impacto positivo de una reducción de la evasión fiscal sobre el régimen impositivo. La región lejos del ideal.
Al comparar la tributación en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, se observa que las tasas efectivas más altas de impuesto sobre el consumo, el salario y el capital son las argentinas y brasileñas, según un estudio de la calificadora S&P. El informe de los sistemas tributarios elaborado por el economista jefe de S&P para la región, Joaquín Cottani, junto a Elijah Oliveros-Rosen, destaca que tras el auge de las commodities en 2003- 2013, el gasto público en términos del PBI quedó en niveles muy altos y ahora en un contexto recesivo, con la recaudación fiscal cayendo en términos relativos, "muchos gobiernos introducen reformas fiscales, presuntamente para beneficiar al contribuyente pero, es más probable, que sea para recaudar más. Si nos basamos en la historia, la calidad de la tributación no cambiará sustancialmente si estas reformas no se aprueban". Y advierte que "mientras más uniformes son las tasas efectivas de impuesto, más neutral (menos distorsiones) es el sistema fiscal". Por lo cual recomienda para compensar la tendencia anti-ahorro (por gravar doblemente el ahorro), se debe implementar un impuesto sobre el consumo de la misma magnitud que el impuesto sobre la renta.
A continuación los puntos más relevantes del informe que resalta que una de las ventajas de un sistema fiscal más simple y neutral es que ayuda a reducir la evasión fiscal.
• La recaudación fiscal total como proporción del PBI es más alta en Argentina y Brasil, donde la recaudación supera 30% del PBI. El promedio de la región andina (Chile, Colombia, y Perú) es menor al 20%. El nivel más bajo (14%) aplica a México. "Las diferencias en la recaudación tienen dos explicaciones. La más evidente es que el sector público es considerablemente más grande en Argentina y Brasil que en los países andinos y México. La segunda, es que los ingresos no tributarios son mayores en los últimos países, especialmente en México ya que es propietario de Pemex, que hasta hace poco era la única compañía petrolera con operaciones en el país.
• Las tasas efectivas, o sea, lo recaudado (excepto por Argentina) están lejos de ser uniformes. Por ejemplo, Brasil aplica un impuesto mucho mayor al trabajo que al consumo, seguido por el impuesto sobre el capital. El orden de carga fiscal en las economías andinas es el opuesto. Mientras que México tiene la menor tasa efectiva de impuesto sobre el consumo respecto a todos los países analizados.
• ¿Cómo se comparan estas tasas efectivas con las reglamentarias? Debido a que la evasión fiscal aún abunda en América Latina, las tasas efectivas son menores que las reglamentarias. La pregunta es qué tan bajas. El cálculo no es sencillo. Sin embargo, se puede arribar a una respuesta aproximada estimando la evasión fiscal para un impuesto en particular y suponiendo que la evasión fiscal es la misma para el resto de los impuestos. Por ejemplo, el IVA en Argentina y Chile es uniforme, y las excepciones son pocas, si es que las hay. Las tasas reglamentarias son de 21% en Argentina y 19% en Chile. Si multiplicamos éstas por el consumo/PBI, se obtiene la recaudación de IVA más alta posible en cada país como parte del PBI: los índices son 13,7% en Argentina y 14,3% en Chile. Sin embargo, la recaudación del IVA real es de 7% y 7,4% del PBI, respectivamente, lo que significa que cerca de la mitad de los ingresos fiscales posibles se pierde en el sector informal y en otras fisuras del sistema.
• Un país que necesita recaudar 30% del PBI para financiar el gasto público (como Argentina o Brasil) tendría que obtener un 5% del PBI adicional a través de la recaudación de otros impuestos como el de la propiedad y los impuestos especiales. Esto daría espacio a la progresividad a un costo relativamente bajo en términos de neutralidad fiscal. Por otro lado, si el país necesita recaudar menos de 20% del PBI (como Chile, Colombia, México y Perú) no necesita tener una tasa de 20% para las tres categorías de impuesto pues el total del consumo privado, ingreso laboral e ingreso de capitales es mayor al 100% del PBI.